jueves, 30 de junio de 2016

El carbono y los compuestos orgánicos



El carbono está estrechamente relacionado con la vida, pues la mayoría de los constituyentes primarios de los organismo incluye átomos de ese elemento. Conforma casi el 18% del total de la materia viva, porcentaje muy elevado si se tiene en cuenta que el resto de esa materia es principalmente agua. Los compuestos químicos carbonados se denominan compuestos orgánicos, ya que antiguamente se  creía que estaban presentes solo en los seres vivos.
El carbono generalmente  se encuentra asociado en la naturaleza a átomos de hidrógeno (H), oxígeno (O), y nitrógeno (N).
El átomo de carbono posee cuatro electrones en su capa más externa. Esto le permite formar cuatro enlaces químicos con otro átomo de carbono o con átomos distintos. Cuando se une a otros átomos de carbono, forma complejas estructuras de muchas moléculas. Existen dos razones más por las cuales el carbono forma parte de gran variedad de compuestos.


-La capacidad de formar cadenas estables. La mayor parte de los compuestos orgánicos están formados por cadenas en las que los átomos de carbono de unen entre sí por medio de enlaces sencillos. La estabilidad de esas cadenas de debe a que los enlaces entre los átomos de carbono son muy fuertes, por lo que se requiere de mucha energía para romper esas uniones. 

-La capacidad de formar enlaces múltiples. El tamaño relativamente pequeño de los átomos de carbono. en comparación con otros átomos, y el número de electrones disponibles, facilita el acercamiento y la formación de enlaces múltiples (dobles y triples) con átomos de carbono o de otros elementos.


miércoles, 8 de junio de 2016

La célula


La célula es una unidad mínima de un organismo capaz de actuar de manera autónoma. Todos los organismos vivos están formados por células, y en general se acepta que ningún organismo es un ser vivo si no consta al menos de una célula. Algunos organismos microscópicos, como bacterias y protozoos, son células únicas, mientras que los animales y plantas están formados por muchos millones de células organizadas en tejidos y órganos. Aunque los virus y los extractos a celulares realizan muchas de las funciones propias de la célula viva, carecen de vida independiente, capacidad de crecimiento y reproducción propia de las células y, por tanto, no se consideran seres vivos. La biología estudia las células en función de su constitución molecular y la forma en que cooperan entre sí para constituir organismos muy complejos, como el ser humano. Para poder comprender cómo funciona el cuerpo humano sano, cómo se desarrolla y envejece y qué falla en caso de enfermedad, es imprescindible conocer las células que lo constituyen.

Características generales de las células.

Hay células de formas y tamaños muy variados. Algunas de las células bacterianas más pequeñas tienen forma cilíndrica de menos de una micra o µm (1 µm es igual a una millonésima de metro) de longitud. En el extremo opuesto se encuentran las células nerviosas, corpúsculos de forma compleja con numerosas prolongaciones delgadas que pueden alcanzar varios metros de longitud (las del cuello de la jirafa constituyen un ejemplo espectacular). Casi todas las células vegetales tienen entre 20 y 30 µm de longitud, forma poligonal y pared celular rígida. Las células de los tejidos animales suelen ser compactas, entre 10 y 20 µm de diámetro y con una membrana superficial deformable y casi siempre muy plegada.

Pese a las muchas diferencias de aspecto y función, todas las células están envueltas en una membrana —llamada membrana plasmática— que encierra una sustancia rica en agua llamada citoplasma. En el interior de las células tienen lugar numerosas reacciones químicas que les permiten crecer, producir energía y eliminar residuos. El conjunto de estas reacciones se llama metabolismo (término que proviene de una palabra griega que significa cambio). Todas las células contienen información hereditaria codificada en moléculas de ácido desoxirribonucleico (ADN); esta información dirige la actividad de la célula y asegura la reproducción y el paso de los caracteres a la descendencia. Estas y otras numerosas similitudes (entre ellas muchas moléculas idénticas o casi idénticas) demuestran que hay una relación evolutiva entre las células actuales y las primeras que aparecieron sobre la Tierra.

miércoles, 1 de junio de 2016

Composición de los seres vivos



La materia viva está formada por una serie de elementos químicos (átomos) que están en distintas proporciones. Los elementos que ocupan cerca del 98% de todo el organismo son el carbono(C), el hidrógeno (H), el oxígeno (O), el nitrógeno (N), el fósforo (P) y el azufre (S). Alrededor del 2% está representado por el calcio (Ca), sodio (Na), Cloro (Cl), potasio (K) y magnesio (Mg). En una proporción menor al 0,1% están el hierro (Fe), yodo (I), zinc (Zn) y cobre (Cu), entre otros. La unión de dos o más de los elementos químicos señalados da lugar a la formación de moléculas llamadas "compuestos químicos". Estos compuestos químicos que forman la materia viva se clasifican en inorgánicos y en orgánicos.

Compuestos orgánicos.
Son macromoléculas de alto peso molecular formadas en su mayoría por carbono (C), hidrógeno (H), oxígeno (O) y nitrógeno (N). Además poseen una estructura muy compleja.

Compuestos inorgánicos.
Son todos aquellos compuestos que están formados por diferentes elementos, que no siempre su componente principal es el carbono (C), siendo el agua el más abundante.

Para más información https://es.wikipedia.org/wiki/Ser_vivo