miércoles, 24 de agosto de 2016

El sistema respiratorio

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El sistema respiratorio es el encargado de proporcionar el oxígeno que el cuerpo necesita y eliminar el dióxido de carbono o gas carbónico que se produce en todas las células a través del proceso llamado respiración.

La respiración es un proceso involuntario y automático, en que se extrae el oxígeno del aire inspirado y se expulsan los gases de desecho con el aire espirado. Los órganos que forman parte del sistema respiratorio son: nariz, faringe, laringe, tráquea, bronquios, pulmones y diafragma.
Nariz
Consiste en dos amplias cavidades cuya función es permitir la entrada del aire, el cual se humedece, filtra y calienta a una determinada temperatura a través de unas estructuras llamadas cornetes.

Faringe
Conducto muscular, membranoso que ayuda a que el aire se vierta hacia las vías aéreas inferiores.

Epiglotis
Tapa que impide que los alimentos entren en la laringe y en la tráquea al tragar.

Laringe

Conducto
cuya función principal es la filtración del aire inspirado. Además, permite el paso de aire hacia la tráquea y los pulmones y se cierra para no permitir el paso de comida durante la deglución si la propia no la ha deseado y tiene la función de órgano fonador.

Tráquea
Brinda una vía abierta al aire inhalado y exhalado desde los pulmones. 

Bronquio

Conduce el aire que va desde la tráquea hasta los bronquiolos.

Bronquiolo
Conduce el aire que va desde los bronquios pasando por los bronquiolos y terminando en los alvéolos.

Alvéolo
Hematosis (Permite el intercambio gaseoso, es decir, en su interior la sangre elimina el dióxido de carbono y recoge oxígeno).

Pulmones
La función de los pulmones es realizar el intercambio gaseoso con la sangre, por ello los alvéolos están en estrecho contacto con capilares.

Músculos intercostales
La función principal de los músculos respiratorios es la de movilizar un volumen de aire que
sirva para, tras un intercambio gaseoso apropiado, aportar oxígeno a los diferentes tejidos.

Diafragma
Músculo estriado que separa la cavidad torácica de la cavidad abdominal. Interviene en la respiración, descendiendo la presión dentro de la cavidad torácica y aumentando el volumen durante la inhalación y aumentando la presión y disminuyendo el volumen durante la exhalación.




miércoles, 17 de agosto de 2016

El sistema circulatorio


El sistema o aparato circulatorio es el encargado de transportar, llevándolas en la sangre, las sustancias nutritivas y el oxígeno por todo el cuerpo, para que, finalmente, estas sustancias lleguen a las células.
También tiene la misión de transportar ciertas sustancias de desecho desde las células hasta los pulmones o riñones, para luego ser eliminadas del cuerpo.
El sistema o aparato circulatorio está formado, entonces, por la sangre, el corazón y los vasos sanguíneos.

La sangre

La sangre es una compleja mezcla de partículas sólidas que flotan en un líquido. Ese líquido, amarillento y transparente,  se llama plasma, y las partículas sólidas que flotan en él son los llamados elementos figurados, que aparecen el dibujo a la derecha.
Esta parte sólida es roja y está formada por glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas .

El corazón

Es un órgano o bomba muscular hueca, del tamaño de un puño. Se aloja en el centro del tórax. Su única función es bombear la sangre hacia todo el cuerpo.
Interiormente, el corazón está dividido en cuatro cavidades: las superiores se llaman aurículas, y las inferiores, ventrículos.
La aurícula y el ventrículo derechos están separados de la aurícula y ventrículo izquierdos por una membrana llamada tabique. Las aurículas se comunican con sus respectivos ventrículos por medio de las válvulas.

Vasos sanguíneos

Son las arterias, venas y capilares ; es decir, los conductos por donde circula la sangre.









miércoles, 10 de agosto de 2016

El sistema digestivo


El sistema digestivo es el encargado de digerir los alimentos que tomamos, haciéndolos aptos para que puedan ser primero absorbidos y luego asimilados. El sistema digestivo comprende el tubo digestivo y las glándulas anejas. El tubo digestivo es un largo conducto que se extiende desde la boca, que es un orificio de entrada, hasta el ano, que es el orificio terminal o de salida de los residuos de la digestión. En el tubo digestivo se distinguen la boca, la faringe, el esófago, el estómago, el intestino delgado y el intestino grueso.

La Cavidad Bucal
La boca es una cavidad en cuyo interior están la lengua y los dientes. La lengua es un órgano musculoso en el que reside el sentido del gusto. Los dientes son piezas duras encajadas en los orificios o alvéolos de los huesos mandibulares. La parte inferior del diente se llama raíz y la porción libre externa se llama corona, figurando entre ambas una zona llamada cuello.
La Faringe
La faringe es una cavidad músculo-membranosa situada en el fondo de la boca y con la cual comunica. La faringe comunica a su vez con las fosas nasales mediante dos orificios, llamados coanas, y con el oído medio mediante las trompas de Eustaquio.
El Esófago
El esófago es un tubo que va desde la faringe hasta el estómago. Desciende verticalmente entre la tráquea y la columna vertebral, atraviesa el diafragma y comunica con el estómago por un orificio llamado cardias. El estómago es un ensanchamiento del tubo digestivo en forma de fuelle de gaita alargada.
El Estómago
El estómago está situado debajo del diafragma. En la pared del estómago hay fibras musculares lisas, oblicuas, longitudinales y circulares, y su interior no es liso, sino que presenta arrugas y pliegues. Además está tapizado por una túnica mucosa en la que están instaladas las glándulas encargadas de segregar el jugo gástrico.
El Intestino
El intestino es un tubo de unos ocho metros de longitud situado a continuación del estómago. En él se distinguen el intestino delgado y el intestino grueso. El intestino delgado se halla a continuación del estómago y comprende el duodeno, el yeyuno y el íleon. En el interior del intestino delgado existen multitud de salientes de un milímetro de longitud, las vellosidades intestinales. En estas vellosidades circula la sangre por una arteriola y una venita, y la linfa por un pequeño vaso llamado vaso quilífero. El intestino grueso comprende tres regiones: el ciego, el colon y el recto
Las Glándulas Anejas
Dentro de las glándulas anejas se distinguen las glándulas salivares, el hígado y el páncreas, que elaboran, respectivamente, la saliva, la bilis y el jugo pancreático. Las glándulas salivares se clasifican en tres pares: dos parótidas, dos submaxilares y dos sublinguales. El hígado es la glándula más voluminosa del cuerpo humano.

miércoles, 3 de agosto de 2016

El Sol, fuente de energía de los sistemas biológicos

La energía radiante del Sol es la principal forma de energía que recibe muestro planeta.
Esta se presenta como ondas electromagnéticas, de distinta longitud, que se pueden manifestar en tres formas: la radiación visible, la radiación ultravioleta y la infrarroja.
  • Radiación visible o luz: puede ser percibida por los seres humanos y, en muchos casos, descomponerse en radiaciones monocromáticas que van del violeta al rojo. Constituye el 42% de la energía emitida por el Sol y es aprovechada en el proceso de fotosíntesis.
  • Radiación ultravioleta (UV): tiene una menor longitud de onda y no puede ser percibida por las personas, aunque sí por algunos seres vivos como las abejas. Representa el 9% del total, pero es una radiación muy energética. Por lo tanto, produce la ruptura de algunos enlaces químicos y la desorganización de las moléculas, lo cual provoca alteraciones en los organismos.
  • Radiación infrarroja (IR): tampoco puede ser percibida por las personas pero sí por otros seres vivos, como las serpientes de cascabel; tiene una longitud de onda mayor que la de la luz visible. Produce agitación térmica y calor, y representa un porcentaje del 49% de la energía solar total.
Para la radiación solar, la atmósfera funciona como un filtro que deja pasar ciertas ondas, de determinada longitud y refleja o absorbe a otras.




domingo, 17 de julio de 2016

Las enzimas


Los enzimas son biomoléculas especializadas en la catálisis de las reacciones químicas que tienen lugar en la célula. Son muy eficaces como catalizadores ya que son capaces de aumentar la velocidad de las reacciones químicas mucho más que cualquier catalizador artificial conocido, y además son altamente específicos ya que cada uno de ellos induce la transformación de un sólo tipo de sustancia y no de otras que se puedan encontrar en el medio de reacción.
Este concepto poco difundido casi hasta el siglo XX, se ha desarrollado y concretado cada vez más, y constituye un componente esencial de diversas disciplinas: la microbiología, la fisiología, la bioquímica, la inmunología y la taxonomía, formando además parte del campo aplicado, en gran variedad de industrias. El rasgo particular de las enzimas es que pueden catalizar procesos químicos a baja temperatura, compatible con la propia vida, sin el empleo de sustancias lesivas para los tejidos. La vida es, en síntesis, una cadena de procesos enzimáticos, desde aquellos que tienen por sustratos los materiales más simples, como el agua (H2O) y el anhídrido carbónico (CO2), presentes en los vegetales para la formación de hidratos de carbono, hasta los más complicados que utilizan sustratos muy complejos.
La formación de los prótidos, los glúcidos y los lípidos es un ejemplo típico: Son a la vez degradados y reconstruidos por otras reacciones enzimáticas, produciendo energía a una velocidad adecuada para el organismo, sin el gasto energético que exigen los métodos químicos de laboratorio.

jueves, 14 de julio de 2016

Sales minerales

Las sales minerales son biomoléculas inorgánicas que aparecen en los seres vivos de forma precipitada, disuelta en forma de iones o asociada a otras moléculas.
-Precipitadas
Las sales se forman por unión de un ácido con una base, liberando agua. En forma precipitada forman estructuras duras, que proporcionan estructura o protección al ser que las posee. Ejemplos son las conchas, los caparazones o los esqueletos.
-Disueltas
Las sales disueltas en agua manifiestan cargas positivas o negativas. Los cationes más abundantes en la composición de los seres vivos son Na+, K+, Ca2+, Mg2+... Los aniones más representativos en la composición de los seres vivos son Cl-, PO43-, CO32-...
-Asociadas a otras moléculas
Los iones pueden asociarse a moléculas, permitiendo realizar funciones que, por sí solos no podrían, y que tampoco realizaría la molécula a la que se asocia, si no tuviera el ión. La hemoglobina es capaz de transportar oxígeno por la sangre porque está unida a un ión Fe++. Los cito-cromos actúan como transportadores de electrones porque poseen un ión Fe+++. La clorofila captura energía luminosa en el proceso de fotosíntesis por contener un ión Mg++ en su estructura.

jueves, 7 de julio de 2016

Los biolementos

Los bioelementos son los elementos químicos que constituyen la materia viva. Estos se clasifican, de acuerdo a su importancia y proporción en los seres vivos, en dos tipos: bioelementos primarios y secundarios.

  • Bioelementos primarios: Son los más abundantes y comprenden el 96% del total de la materia viva. Son indispensables para la formación de las biomoléculas orgánicas: glúcidos, lípidos, proteínas y ácidos nucleicos, que están presentes en todos los seres vivos.
  • Bioelementos secundarios: Componen solo el 4% de la materia viva. Pueden encontrarse en las biomoléculas orgánicas o bien en otras biomoléculas. Se puede distinguir dos tipos: los indispensables, que son imprescindibles para la vida de la célula y que, en mayor o menor proporción, se encuentran en todos los seres vivos; y los variables, que no están presentes en todos los organismos. 

Otra clasificación de los bioelementos puede ser de acuerdo a su abundancia. Los que se encuentran en proporciones inferiores al 0.1% se denominan oligoelementos, y el resto son bioelementos plásticos. No hay una relación directa entre abundancia y esencialidad. Por este motivo, una pequeña cantidad de ellos es suficiente para que el organismo viva, pero la falta total provocaría su muerte.


jueves, 30 de junio de 2016

El carbono y los compuestos orgánicos



El carbono está estrechamente relacionado con la vida, pues la mayoría de los constituyentes primarios de los organismo incluye átomos de ese elemento. Conforma casi el 18% del total de la materia viva, porcentaje muy elevado si se tiene en cuenta que el resto de esa materia es principalmente agua. Los compuestos químicos carbonados se denominan compuestos orgánicos, ya que antiguamente se  creía que estaban presentes solo en los seres vivos.
El carbono generalmente  se encuentra asociado en la naturaleza a átomos de hidrógeno (H), oxígeno (O), y nitrógeno (N).
El átomo de carbono posee cuatro electrones en su capa más externa. Esto le permite formar cuatro enlaces químicos con otro átomo de carbono o con átomos distintos. Cuando se une a otros átomos de carbono, forma complejas estructuras de muchas moléculas. Existen dos razones más por las cuales el carbono forma parte de gran variedad de compuestos.


-La capacidad de formar cadenas estables. La mayor parte de los compuestos orgánicos están formados por cadenas en las que los átomos de carbono de unen entre sí por medio de enlaces sencillos. La estabilidad de esas cadenas de debe a que los enlaces entre los átomos de carbono son muy fuertes, por lo que se requiere de mucha energía para romper esas uniones. 

-La capacidad de formar enlaces múltiples. El tamaño relativamente pequeño de los átomos de carbono. en comparación con otros átomos, y el número de electrones disponibles, facilita el acercamiento y la formación de enlaces múltiples (dobles y triples) con átomos de carbono o de otros elementos.


miércoles, 8 de junio de 2016

La célula


La célula es una unidad mínima de un organismo capaz de actuar de manera autónoma. Todos los organismos vivos están formados por células, y en general se acepta que ningún organismo es un ser vivo si no consta al menos de una célula. Algunos organismos microscópicos, como bacterias y protozoos, son células únicas, mientras que los animales y plantas están formados por muchos millones de células organizadas en tejidos y órganos. Aunque los virus y los extractos a celulares realizan muchas de las funciones propias de la célula viva, carecen de vida independiente, capacidad de crecimiento y reproducción propia de las células y, por tanto, no se consideran seres vivos. La biología estudia las células en función de su constitución molecular y la forma en que cooperan entre sí para constituir organismos muy complejos, como el ser humano. Para poder comprender cómo funciona el cuerpo humano sano, cómo se desarrolla y envejece y qué falla en caso de enfermedad, es imprescindible conocer las células que lo constituyen.

Características generales de las células.

Hay células de formas y tamaños muy variados. Algunas de las células bacterianas más pequeñas tienen forma cilíndrica de menos de una micra o µm (1 µm es igual a una millonésima de metro) de longitud. En el extremo opuesto se encuentran las células nerviosas, corpúsculos de forma compleja con numerosas prolongaciones delgadas que pueden alcanzar varios metros de longitud (las del cuello de la jirafa constituyen un ejemplo espectacular). Casi todas las células vegetales tienen entre 20 y 30 µm de longitud, forma poligonal y pared celular rígida. Las células de los tejidos animales suelen ser compactas, entre 10 y 20 µm de diámetro y con una membrana superficial deformable y casi siempre muy plegada.

Pese a las muchas diferencias de aspecto y función, todas las células están envueltas en una membrana —llamada membrana plasmática— que encierra una sustancia rica en agua llamada citoplasma. En el interior de las células tienen lugar numerosas reacciones químicas que les permiten crecer, producir energía y eliminar residuos. El conjunto de estas reacciones se llama metabolismo (término que proviene de una palabra griega que significa cambio). Todas las células contienen información hereditaria codificada en moléculas de ácido desoxirribonucleico (ADN); esta información dirige la actividad de la célula y asegura la reproducción y el paso de los caracteres a la descendencia. Estas y otras numerosas similitudes (entre ellas muchas moléculas idénticas o casi idénticas) demuestran que hay una relación evolutiva entre las células actuales y las primeras que aparecieron sobre la Tierra.

miércoles, 1 de junio de 2016

Composición de los seres vivos



La materia viva está formada por una serie de elementos químicos (átomos) que están en distintas proporciones. Los elementos que ocupan cerca del 98% de todo el organismo son el carbono(C), el hidrógeno (H), el oxígeno (O), el nitrógeno (N), el fósforo (P) y el azufre (S). Alrededor del 2% está representado por el calcio (Ca), sodio (Na), Cloro (Cl), potasio (K) y magnesio (Mg). En una proporción menor al 0,1% están el hierro (Fe), yodo (I), zinc (Zn) y cobre (Cu), entre otros. La unión de dos o más de los elementos químicos señalados da lugar a la formación de moléculas llamadas "compuestos químicos". Estos compuestos químicos que forman la materia viva se clasifican en inorgánicos y en orgánicos.

Compuestos orgánicos.
Son macromoléculas de alto peso molecular formadas en su mayoría por carbono (C), hidrógeno (H), oxígeno (O) y nitrógeno (N). Además poseen una estructura muy compleja.

Compuestos inorgánicos.
Son todos aquellos compuestos que están formados por diferentes elementos, que no siempre su componente principal es el carbono (C), siendo el agua el más abundante.

Para más información https://es.wikipedia.org/wiki/Ser_vivo